José Juan Haro |
El pronunciamiento fue hecho
en el marco de la celebración del Mobile 360 en Ciudad de México, donde se hizo
hincapié en fortalecer el elemento clave para la digitalización de los países
de la región, de tal manera que no haya riesgo y el servicio llegue a todos los
sectores de la sociedad.
Hoy, el sector telecomunicaciones vive un escenario complejo. De acuerdo
con un estudio de la consultora NERA, los ingresos de la industria en la región
descendieron un 38% entre 2012 y 2022. Esta caída de ingresos influye
directamente en la capacidad de inversión de la industria, necesaria para
mejorar la cobertura y calidad de las redes y hacer frente a las inversiones en
espectro.
A pesar de la caída de ingresos, la demanda de conectividad ha aumentado y se espera que el tráfico
crezca anualmente durante los próximos 5 años en un 28% en las redes móviles y
un 14% en las redes fijas. Este crecimiento del tráfico va a requerir altas
inversiones para aumentar la capacidad de las redes actuales. Según el mismo
estudio de NERA, los operadores latinoamericanos tendrán que invertir unos 23
mil millones de dólares solo en costos de la red móvil para absorber el tráfico
de internet hasta el 2028, y unos 9 mil millones de dólares adicionales en
adquirir espectro adicional.
José Juan Haro, director
de Negocio Mayorista y Asuntos Públicos de Telefónica Hispanoamérica
refiriéndose al tema sostuvo: “Para
tener una región mejor conectada se requiere invertir, empresas comprometidas a
largo plazo con brindar conectividad y que todos los actores del ecosistema
digital contribuyan con el sostenimiento de las redes. Las autoridades deben
apostar por una mejor articulación público-privada y priorizar objetivos de
cobertura, así como evolucionar regulaciones obsoletas. El enfoque tradicional
de las políticas públicas aplicadas a la industria, basadas en una fuerte carga
tributaria, tanto fiscal como un elevado costo del espectro, y con foco en
forzar un nivel de competencia que se ha demostrado insostenible en algunos
mercados ha llevado a una situación que pone en peligro la sostenibilidad
financiera de la industria”.
Estructuras de mercado
El problema de la sostenibilidad financiera de la industria de
telecomunicaciones en América Latina se ha evidenciado en varios casos de
reestructuraciones o cierre de operadores que hemos visto en la región en los
últimos meses. Esta situación, pone en riesgo la continuidad de los servicios
para los usuarios actuales y la extensión de los servicios a los sectores de la
sociedad aún no conectados. Uno de los elementos que explica la situación
actual tiene que ver con una estructura de mercado en varios países de la
región que no se adecua con el tamaño y nivel de rentabilidad de los mercados.
A nivel regional, ya existe un antecedente de cómo el proceso de
consolidación de los mercados se ha solventado de manera adecuada, con un
impacto positivo en inversiones y garantizando una competencia vigorosa. Es el
caso de Oi en Brasil. Ante la inviabilidad económica de este operador, se
planteó una consolidación del mercado, que pasó de 4 a 3 operadores nacionales.
El resultado del proceso ha sido un aumento de inversiones y extensión de los
servicios en beneficio de los clientes finales, en especial de aquellos con más
necesidades y menores niveles de renta, salvaguardando una elevada competencia
en el mercado.
Regulación del siglo XXI
Como parte de las propuestas para contribuir con la sostenibilidad de la
industria, Telefónica hizo hincapié en que los estados deben impulsar políticas
y marcos regulatorios modernos donde la seguridad jurídica y la predictibilidad
regulatoria sean un eje central y donde se avance en la desregulación y en los
procesos de mejora regulatoria continua para asegurar que la industria retome
la senda de la sostenibilidad financiera que permita contar con redes de
telecomunicaciones modernas, de calidad y que lleguen a todos.
En esta línea, un aspecto fundamental para mejorar la cobertura,
disponibilidad y calidad de las redes son los costos de espectro. Es clave que
los gobiernos establezcan condiciones razonables para que los operadores puedan
acceder a este recurso con foco en la maximización del bienestar social. Por
ello, es necesario evolucionar hacia una visión del espectro como un bien
público y elemento clave para el desarrollo, evitando priorizar el foco
recaudatorio de las licitaciones, modelo que ha demostrado ser insostenible en
varios países.
Contribución justa
Otro de los puntos fundamentales sobre los cuales se debe trabajar es
que todos los actores del ecosistema digital contribuyan para garantizar la
sostenibilidad de las redes. Según el estudio “Implicaciones de la
concentración del tráfico IP en OTT y las posibilidades de su contribución al
desarrollo de redes” de la consultora NERA, solo entre el 2016 y 2022 el
tráfico de internet se multiplicó por cinco, y esto se debe en gran parte a las
“Over the Top” (OTT), plataformas de contenidos digitales a las que se accede a
través de una conexión a internet. Solo siete empresas de gran tamaño generan
más de la mitad del tráfico de datos en el mundo.
Fuente: Comunicaciones Telefónica.
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